Si uno de los miembros de tu familia o amigo ha sido diagnosticado de esquizofrenia, tú puedes desempeñar un papel muy importante, dándole apoyo y ayudándole a recibir el cuidado apropiado.
Es importante tratar de conocer lo mejor posible la enfermedad y consultar con el médico cualquier pregunta o duda que te pueda surgir.
Tu papel es valioso ya que puedes detectar síntomas y facilitar que los servicios médicos pongan su atención en la persona que los padece. La familia y los amigos cumplen un papel fundamental durante toda la recuperación apoyando al paciente, ayudando a identificar cualquier problema que pueda estar provocando la medicación, advirtiendo cualquier síntoma de alama y acompañándole en la visita al psiquiatra para poder añadir más información de cosas que quizás a él le pasen inadvertidas.
La primera preocupación de un familiar o personas cercanas debe ser la comprobación de que el afectado está tomando correctamente la medicación, ya que sabemos que en la mayor parte de las ocasiones, las recaídas vienen precedidas del abandono de la medicación o la toma irregular de la misma.
Los familiares o amigos también constituyen un papel clave en las posibles recaídas; es importante saber reconocer los síntomas de alarma que en episodios previos han precedido a las descompensaciones, ya que nos indican que algo no va bien y si los comunicamos a tiempo, o bien acudiendo a su psiquiatra de referencia o llevándole a urgencias podemos evitar que se produzca finalmente el episodio.
A continuación se describen algunos síntomas de alarma que deberíamos consultar con el psiquiatra para que determine se importancia. Todos hacen referencia a cambios que sufre la persona diagnosticada de esquizofrenia:
- No puede dormir o cambia los hábitos de sueño
- Siente mucha tensión, ansiedad o miedo
- Está muy irritable, inquieto/a
- Se retrae, se aísla y no quiere ver a los amigos
- Está triste, disfruta menos de las cosas y no le interesan
- No tiene apetito o come a deshoras
- Siente desconfianza, cree que los demás hablan mal de él/ella
- Está haciendo algo, de repente se para y parece como si estuviera oyendo algo
- No puede concentrarse y se preocupa en exceso por una o dos cosas
- Cuando sale a la calle mira mucho a la gente, cree que le siguen
- Su mirada ha cambiado
- Sospechas que está tomando drogas
- Los demás notan estos cambios en él/ella