Con respecto a la Esquizofrenia sabemos que es una enfermedad crónica, que no podemos curarla. Sin embargo sí sabemos tratar determinados síntomas y conseguimos que la persona tenga una calidad de vida aceptable y pueda desenvolverse adecuadamente.
Para conseguirlo es fundamental tomar la medicación estrictamente, siguiendo las instrucciones del médico psiquiatra, y así mantener los síntomas controlados y evitar que reaparezca la enfermedad o que los síntomas empeoren. Las personas con esquizofrenia necesitan recibir su tratamiento incluso si se sienten mejor (especialmente en esta situación, es con lo que se consigue mantener esta mejoría).
Es verdad que no existe una fórmula mágica que nos sirva para todos los pacientes, cada fármaco presenta una serie de ventajas e inconvenientes, cada persona unas características diferentes, y depende de la conjunción de estos factores que sean mayoritarias las ventajas o los inconvenientes con cada fármaco y en cada caso. Pueden pasar meses o años hasta encontrar el fármaco o fármacos adecuados para cada paciente, y, además, esto puede variar entre cada fase de la enfermedad, por lo que es fundamental que un médico psiquiatra revise el tratamiento periódicamente para revalorar si se debe continuar con el mismo medicamento y dosis. Solo él debe tomar las decisiones sobre el tratamiento, nunca el paciente, la familia u otros profesionales no médicos.
Está ampliamente demostrado que los medicamentos antipsicóticos reducen el riesgo de futuros episodios y que los índices de recaídas son más altos en los enfermos que has suspendido su tratamiento. Aunque en ocasiones no se consigue evitar alguna recaída pese a la toma adecuada del tratamiento, sí sabemos que estas serán menos frecuentes y menos intensas; y si los síntomas han reaparecido con dosis bajas de tratamiento de mantenimiento, un aumento temporal de la dosis seguramente evite una recaída total.
Existen diagnósticos y casos en los que el psiquiatra puede decidir que una retirada gradual de la medicación es lo adecuado, aunque lo más habitual es que el tratamiento se mantenga durante años o incluso durante toda la vida para prevenir recaídas, dado el carácter crónico de la Esquizofrenia y de la mayoría de las enfermedades del grupo de las Psicosis. El tomar medicación de por vida no significa tener efectos secundarios de por vida, y en el caso de aparecer, con el tiempo se manejan mejor.
Sin duda, los pacientes con el diagnóstico de Esquizofrenia u otras Psicosis tendrán que tomar medicación antipsicótica durante mucho tiempo, a veces durante el resto de la vida. A día de hoy, no existe un consenso establecido en los protocolos internacionales, pero el tiempo en tratamiento será variable en función del número de episodios psicóticos. Pero insistiendo en lo mismo, sólo el médico psiquiatra debe tomar esta decisión.
Se han desarrollado múltiples estrategias para que pacientes, médicos y familias aseguren un mejor cumplimiento del tratamiento y evitar que la enfermedad empeore. El uso de algunos fármacos de nueva generación disponibles en formas de acción prolongada es una de ellas, eliminando en muchas ocasiones la toma diaria de pastillas. El uso de un pastillero semanal, un calendario, alarmas de recuerdo o asociar la administración a las rutinas diarias serían otros ejemplos de estrategias para mejorar el cumplimiento. Si los familiares tienen la posibilidad de colaborar observando la toma de los medicamentos orales, el cumplimiento suele mejorar notablemente.