Gracias por compartir con nosotros tus incertidumbres.
La esquizofrenia es una enfermedad grave que sí que puede generar al paciente un importante o grave sufrimiento y la principal causa de muerte generada directamente por ella es el suicidio. Por lo tanto, si tu amigo habla de suicidarse y padece esquizofrenia, eso es suficiente motivo para que sea valorado por su psiquiatra habitual e intentar esclarecer hasta que punto esas ideas pueden llevarlas adelante o no.
Claro que puedes ayudarle, pero no sería nunca haciendo tú un cambio en su medicación, para eso estamos los médicos especialistas en psiquiatría. Solo nosotros y ocasionalmente otro médico, deberíamos ser los encargados de los cambios en el tratamiento.
En muchos casos puede resultar evidente cuando el paciente empieza a descompensarse y precisa de un cambio en su tratamiento, pero en muchos otros, no es así. Los síntomas “prodrómicos” son aquellos que nos advierten de que se está iniciando la descompensación, los que primero se pueden detectar cuando un paciente empieza a ponerse mal. Pero no son “universales” y cada paciente suele tener sus propios síntomas prodrómicos, que además, no tienen que ser siempre absolutamente iguales. Para ello es fundamental conocer al paciente fuera de las crisis y poder ver que cambios se están produciendo para identificar estos síntomas iniciales, como podría ser el rechazar relacionarse como antes, cambiar sus hábitos de sueño y/o alimentación…
Los primeros síntomas identificables suelen ser cambios en sus conductas previas habituales. Generalmente sutiles. Intervenir en este momento puede ser crucial para evitar una descompensación más grave.
Un paciente con esquizofrenia necesita para estar mejor tomar un tratamiento que le sea efectivo frente a los síntomas y llevar una vida adecuadamente equilibrada para su estado, tanto en hábitos diarios como la alimentación, sueño, higiene..., como en actividades relacionales, ocupacionales, domésticas y deportivas, no solo deporte y dieta. También es muy importante poder adaptar todo ellos a su nivel de discapacidad para que sea realizable y finalmente útil. Como entenderás, todo ello tiene que ser individualizado por su equipo multidisciplinar de tratamiento, no existiendo fórmulas estándar realmente útiles.